sábado, 16 de junio de 2018

TEMARIO


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 Recuerden que deben entregar su libro de ortografía el día lunes. Esto sólo es para las personas que exentan y que las calificaciones de los diversos proyectos no fueron al punto completo.

Las personas que presentan examen el día lunes tienen hasta el miércoles para entregar el libro.

El temario esta en la plataforma.

¡ SALUDOS!

jueves, 3 de mayo de 2018

SEMANA DEL 7 AL 11 DE MAYO








Les pido que copien el siguiente código para que puedan accesar a la plataforma  gi3y1ek, algunos de ustedes ya la tienen.
Favor, de imprimir el ejercicios de lectura. Gracias


Tarea: Por favor, integrarse en equipos, buscar en internet, en forma individual, una obra de teatro que contenga el número de personajes correspondientes a los integrantes del equipo y que no exceda a los 15 minutos. Gracias.

miércoles, 2 de mayo de 2018

SEMANA DEL 3 AL 4 DE MAYO




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 Actividades para el día jueves 3 de mayo:

a)  Trabajo con su libro de ortografía pp. 70 a la 77.
b)  Anotar en una hoja blanca, el libro que van a leer en este mes y el nombre del  alumnos.
c)  Iniciar la lectura de su libro  unos 20 min. y elaborar un resumen de lo que hayan leído.

¡Saludos!

domingo, 22 de abril de 2018

SEMANA DEL 25 DE ABRIL AL 9 DE MAYO

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LECTURA DRAMATIZADA







obras para imprimir


“LA PERFECTA CASADA”
EMILIO CARBALLIDO
Personajes:
la señora
el niño
el fotógrafo
el esposo
un policía

(Oficina carcelería sórdida. Están la señora, el niño, y el fotógrafo)
La señora: el pañuelo hijito. Suénate. Eso es. Quédate quieto, no te pisotees los zapatos (al fotógrafo) ah los niños. Es tan difícil que luzcan bien arregladitos. Pero este es muy dócil, muy obediente. Bueno, el mayor también. A ese no lo traje lo mande a la escuela. (Ve que el otro toma notas). Se llaman Jacinto y Octavio si es que está anotando algo de ellos.
El fotógrafo: no, son unos compromisos míos, y para acordarme… (Sigue anotando)
La señora: este tiene 6 años pero está muy desarrollado.  Ya entro a primero y sabe hacer cuentas y todo. No puede ir siempre porque es el que me acompaña, pero repasa conmigo entonces, y aprende. A ver hijo, enséñale al señor: ¿dos y dos? ¿Dos y dos? Jacinto: contesta
El niño: cuatro
La señora: ¿ve usted? no te chupes los dedos. Mi mama vive con nosotros. Se llama Pura Martínez y está un poco sorda, aunque gritándole, oye. Si quiere usted algún otro dato…
 El fotógrafo: yo no soy periodista soy fotógrafo.
La señora: ah. Y viene usted… a retratarnos.
(El asistente bosteza y estira las piernas)
La señora: (se compone el pelo y la ropa inconscientemente, corrige la apariencia del niño mientras dice:) esto es muy amargo, todo esto de los retratos, y el periódico. Ver el nombre  de una, así… todos los días… claro que diciendo cosas buenas, pero qué… desconsuelo, que deshonra (piensa) y están caros los periódicos…a veces nuestros vecinos los traen, y mi hermano está suscrito  a uno. Pero de todos modos, se publican tantos,  nunca me había dado cuenta. Ayer gaste dos pesos. Estamos tan pobres. Cuando ese hombre se fue nos dejó en una pobreza… se fue hace más de un año. Y ahora esto, la miseria moral, y la vergüenza. Pero todo empezó antes, hará… tres o cuatro años. No sabe lo que es ver que alguien se deprava así junto a una. Esa es la palabra. Depravación. Llegar tarde a comer y con una o dos copas encima,  dígame usted ¿Qué ejemplo es ese para los hijos? Y llegar en la madrugado oliendo a yo no sé qué, y silbando canciones ordinarias ¿y estos los hijos?  Se lo hicimos ver: como si nada. Y ya después no le decía ni palabra, porque detesto las escenas vulgares. Llorar solamente y disimular por estas criaturas, porque eso si yo se lo digo siempre: respeten a su padre, aunque sea un perdido, aunque sea… lo que es: (suspira) nunca les hablo mal de él que le digan si no, a ver, dile al señor, ¿Cuándo les he hablado mal de su padre?
(El fotógrafo bosteza)
La señora: (sigue) por eso ahora que paso esto… no sé qué hacer ¿Cómo no van a darse cuenta estos ángeles? Los periódicos, los vecinos… no sé qué hacer. Yo lo veía venir le diré. Cuando un hombre lo tiene todo y no está contento, es que va a acabar mal. Dígame: ¿Qué más puede querer un hombre? Una casa arreglada, con todo en su lugar, todo limpio, sin lujos, pero bonita, con sus tapetes, con sus cortinas, todo alegre y cuidado. Es que yo no sé manejar el dinero. En un principio, los primeros años, los primeros seis años, me daba todo su dinero y yo lo administraba muy bien, tanto para ropa, para el gasto, para guardar por si había cosas imprevistas, enfermedades, o…llegue a reunir un piquito. (Empieza a llorar) todo me lo quito, todo me lo quito para gastarlo con…
(Llora)(El fotógrafo mira por la ventana)
La señora: se tardan mucho ¿verdad? (el niño va a tocar delicadamente la cámara)
La señora: Jacinto, deja eso no toques
El niño vuelve junto a la señora. El fotógrafo le da un foco al niño, le sonríe con media boca; él lo recibe atemorizado pero con avidez.
La señora: ¿Qué se dice Jacinto?
El niño: gracias señor
La señora: eso es. Estos están bien educados. Ve usted que en las visitas se sientan y no tocan nada, porque ya me conocen. Y no crea que les pego, no hace falta, saben cómo deben portarse. No te pises los zapatos. (Da las órdenes al niño en un tono seco, glacial, militar. Luego vuelve al tono triste, divagado, compulsivo.) Se los limpie con aceite de la cocina, porque no hay para comprar grasa de zapatos.
Niño: y los perros van a olerme en la calle.
Señora: (dogmática) mejor que le huelan los perros y no que andes con los zapatos sucios. (Sigue) nos está manteniendo mi hermano, y yo coso, claro, pero eso no alcanza. No alcanza. Ve usted que a veces… (Calla) tantas humillaciones. Ir a entregar los trabajos, ir a cobrar y luego, pues me encargan camisas, y una no esta vieja ¿no? He conservado algo de figura, no sé ni cómo, con tantas penas. Y siempre hay hombres creyendo que porque una esta pobre van a poder faltarle. Me lo han contado, que hay hombres así. Por eso, yo siempre estoy con este niño, porque es respeto; sea que cosa en la casa, o que vaya a algún lado, un varoncito junto, así verán que yo no… que soy una señora. Porque se ve que soy una señora, ¿no? ¿Usted se equivocaría? Dígame ¿usted me tomaría por algo que no soy?
Fotógrafo: (convencido) no.
Señora: y sin embargo hay cada hombre… ¡creo que hay vienen ya!
Se abre la puerta y sale un policía. Sale.
Señora: perdone usted, señor ¿no podría tener la bondad de decirme si…?vaya. Que ordinarez. Parece que le hablaba al perro. Esquer están acostumbrados a tratar con la gentuza que vendrá aquí. No quiero ni imaginar quienes vendrán aquí. (Dogmática) y además, los policías detestan la gente decente. Y mire yo soy de una familia…pero que voy a contarle. Ustedes lo saben todo. Hasta cosas que no les he dicho, ahí están: todos los días, en todos los periódicos…y el retrato de esa mujer en todas partes. No sé porque le dicen “artista”; artistas, doña Prudencia Griffey, Sara García que vive de veras sus papeles. Pero una mujer que brinca, y mueve el cuerpo, sale casi desnuda; eso no es arte. ¿No vio La Prensa? Sacaron mi retrato en la última plana. Bueno, esa plana se ve mucho, la ponen como si fuera la primera. Ahí Salí muy bien. Me la tomaron hace dos años; pues como estoy igualita les di ése, y prometieron que me lo iban a devolver;  hasta con marco se lo di, lo tenía en la sala. ¿Usted cree que me lo devuelvan? Era el único, me lo tomaron antes de casarnos. Entonces tenía otro novio, lo que las cosas son, otro novio que ahora está en una posición excelente: el licenciado Arana, orador, lo ha de conocer, está en la sub secretaria de cultura, sale en los periódicos muy seguido.
Cruza el policía en sentido contrario, con un papel en la mano, sale.
Señora: ya ni le digo nada. Grosero. Pues fue mi novio. Pero… no era un caballero. Ya
 Fecha para la boda, me había regalado finas alhajas, visitaba la casa, y en fin, que hasta la iglesia teníamos apalabrada; la de Enrico
, que a mí me gusta mucho, porque se casa hay tanta gente elegante… pues ha de creer que terminamos. Todo le devolví. Es que ¿cómo va a ser posible? Fuimos a un día de campo y ese hombre pretendió… (Suspira) que porque ya íbamos a casarnos. Me indigné, lo puse en su lugar y se largó, me plantó. Que canallada.
El niño pisa el foco, un taconazo.
Señora: ¿pero qué estás haciendo, ensuciando aquí? Y el foquito que te regalo el señor, ¿Qué va a pensar el señor?, que no apreciaste su obsequio.
El fotógrafo le tiende otro foco
 Fotógrafo: ten
Señora: no, hágame el favor de que no. Debe de aprender a cuidar los juguetes, o a donde vamos a parar. Da las gracias de todos modos.
Niño: gracias de todos modos, señor.
Señora: estos no son de los que rompen juguetes, o los dejan tirados. Se los guardo en el ropero; quieren jugar, me los piden, y cuando terminan de jugar se los guardo. Tienen intacto cuanto juguete les hayan dado en la vida, desde las sonajas, hasta los soldados, como nuevos.
Se abre la puerta, entra el marido. La ve: retrocede. L señora lo ve. Un silencio
Señora: sí, soy yo. No te atreves ni a verme, ¿verdad? ¡Hasta dónde has llegado! No importa. Aquí estoy. Eres el padre de mis hijos y estamos unidos por Dios para toda la vida. Toda la vida. Entonces… (Rompe a llorar)
El marido ve la puerta como si fuera a irse. Ve al niño. Se sienta.
Señora: mamá no quería que viniera a verte. “es mi deber mamá”, le dije, y comprendió que yo tenía razón. Te mande saludar (se suena) te faltan botones en la camisa. Me la has de dar, y tu ropa toda, para que te la arregle. Aunque no, ya me acuerdo, te han de poner un uniforme de esos tan horribles. ¡Dios mío! ¡El padre de mis hijos, un presidiario! ¿Por qué lo hiciste Manuel? ¿Cómo pudiste? (pausa) y si fuiste tú ¿verdad? Dios mío, Dios mío. Es el vicio. Nuestro hogar tan feliz, tan ordenado, tan… un hogar cristiano, abandonaste mi hogar cristiano para lanzarte a la senda del vicio, eso decía el periódico, ¿lo leíste? Ay, Manuel algo me lo advera cuando empezaste a cambiar, algo me lo advertía que ibas por mal camino. Primero empezaste con esas locuras de gastar tanto en diversiones, como si fuera posible extra divertido siempre. (Dogmática) la vida no es una diversión.
Manuel: la vida es trabajo y responsabilidad, ¡ir a bailar como si fuéramos jóvenes! ¡Salir de la ciudad como si fuéramos ricos! Querer gastar en un día lo que lograba yo en un día ahorrare en un año.
Señora: (sombría avergonzada) y después… esas cosas se te ocurrían. Esas cosas… como si no estuvieras con tu esposa, si no con una mujer de la calle. ¿Cómo pudiste creer que yo permitiría nunca nada de eso? Dos o tres veces lo intentaste me acuerdo, que feo. No sé dónde intentabas. A no ser… ¡Manuel! Esa mujer te ha de ver enseñado, ¿verdad? Andabas ya con ella y querías practicar con migo ¿verdad? Dios mío que vergüenza. (Llora, se suena) ay; Manuel, yo no entiendo ¿Cómo la conociste? Te has deber ido a meter  a esos teatros vulgares horribles, que tanto me alegro no haber visto nunca. No de balde los prohíbela iglesia, mira que intentaste llevarme. ¿Pero a ver cosas de gusto, cosas de arte? Jamás. Me acuerdo el día que te saliste de “molinos de viento”, y me dejaste sola con los niños. Te volviste grosero, indiferente. Y un día… ¿Cómo pudiste ir a vivir con ella? Una mujer vulgar, desordenada, gastadora. Una mujer fácil y… viciosa, estoy segura. ¡Cambiarme a mí por ella! ¿Qué te faltaba, dime?  ¿Qué te faltaba? Y una mujer tan mala que se cansó de ti en poco más de un año. No a de ver visto tus cualidades, y las tienes, las tienes: si hemos vivido juntos casi nueve años; yo te conozco. ¿Por qué no volviste entonces con nosotros? En vez de regresar, y rogarle. Yo te hubiera perdonando, soy buena católica. Y yo no olvido que soy tu esposa; ante Dios y ante la ley soy tu esposa. Soy el hogar mexicano pisoteado, eso dijo el periódico. No me vanaglorio, puedes creer lo que dicen las gentes que no conozco, que van a la casa y juzgan por lo que ven: soy una esposa ejemplar. Y tú… yo sé lo que paso te ha de haber engañado ¿verdad? Yo lo sé, es que esas mujeres son insaciables y si me hubieras preguntado, te lo habría dicho: esa le va a engañar, te va a votar porque eres demasiado bueno para ella. ¿Cómo explicarías si no? Eso fue lo que paso ¿verdad? El periódico decía otra cosa, por un momento pensé “pues esa no era tan mala, o se arrepintió, o la ilumino Dios”. De todos modos la he perdonado, pero no lo creo…o no entiendo. Si pasó así, no lo entiendo. Tú tenías buenos sentimientos, y principios morales. ¿Puedo creer que ella se arrepintiera y tu no? ¿Cómo va a ser que esa mujer te pida que regreses con nosotros, te pida lo correcto, que vuelvas a tu hogar, a tus hijos, a tu mujer, y tú la mates de un golpazo en la cabeza? No fue así, ¿verdad? Era que te engañaba ¿verdad? Si por eso la has de ver matado. ¡Dios mío! ¡Un asesino! ¡El padre de mis hijos, un asesino! (el niño comienza a llorar) yoles digo a los niños que te respeten, que no piensen mal de ti, que tu de todos modos eres su padre, aunque hayas rodado la pendiente. Y no les cuento nada, pero ellos ven y sufren, mira a este ángel como llora.
El fotógrafo ha estado considerando la escena como motiva de plástico y al fin, de mala gana, toma una placa.
Señora: Ahora vas a pagar tu crimen, lo cual es muy merecido. Yo voy a verte, aunque te rapen y te pongan tu uniforme, voy a venir a verte siempre que haya visita. Y cuando salgas de la cárcel, voy a estar yo esperándote, para darte una vez más mi perdón; para abrirte después las puertas de la casa de par en par.
El marido se levanta y comienza a tocar la puerta con furia. El policía se asoma.
Policía: todavía les quedan veinte minutos.
El marido trata de decir “no” con la cabeza, y trata de pasar. El policía lo detiene.
Policía: despídase siquiera de su esposa (lo empuja hacia ella)
Señora: ¡Manuel! ¡Manuel! ¡Esposo mío te perdono! (lo abraza, llorando) como quería decírtelo, para siquiera darte esa alegría.
El fotógrafo los retrata. El se desase y huye. La puerta se cierra.
Señora: ¡Manuel! ¡No le has dado beso a tu hijo!
El niño sufre convulsiones de llanto
Señora: (sonándose) ya hijo. No llores. Vámonos. Despídete del señor. (Ordena) Jacinto despídete del señor.
El niño, aun sollozando, da la mano al fotógrafo.
Señora: hasta luego, señor. (Se suena, van a irse) y quería preguntarle: ¿saldrán muy caros unos retratos de esos que nos tomo? Me gustaría tenerlos, aunque claro no los pondría en la sala.

ACTIVIDAD
      ¿Qué otro título le pondrías a esta obra teatral?




      Marca con una cruz las características de la señora:
(  )grosera
(  )bondadosa
(  )altanera
(  )humilde
(  )obsesiva
(  )imaginativa
(  )enojona
(  )con valores morales
(  )comunicativa
(  )fina y elegante


      Explica lo siguiente:
1: ¿Dónde se encuentran la señora y su hijo?

2: ¿desea hablarle la señora al fotógrafo, o prefiere no darle información?

3: ¿Qué tipo de cosas le dice la señora a su hijo?


4: ¿muestra el fotógrafo mucho interés en ellos?

5: ¿Por qué ha salido la foto de la señora en el periódico? ¿De qué se queja ella? ¿Cómo reacciona el fotógrafo?

6: ¿Qué comentario ambivalente le hace a su hijo con respecto al padre?

7: ¿porque piensa la señora que ha sido buena esposa?

8: ¿Qué dice la señora de su hijo cuando el fotógrafo le regala un foco?

9: ¿Por qué insiste en decir que limpio los zapatos del niño con aceite de cocina?

10: ¿Por qué se queja de los hombres? ¿Qué significa la reacción del fotógrafo cuando ella dice que si la toaría por algo que no es?

11: ¿Por qué no se casó con el licenciado Arana?

12: ¿Cómo reacciona la madre cuando el niño rompe el foco?

13: ¿está contento el marido de ver a su esposa e hijo?

14: ¿la señora piensa en esperarlo mientras está en la cárcel o no? ¿Está agradecido él?

15: ¿Por qué mató el marido a su amante?

16: ¿Qué le pide la señora al fotógrafo antes de irse?



ACTIVIDAD: contesta las siguientes preguntas referentes a la obra “la perfecta casada” del escritor Emilio Carballido.
1: ¿Cómo usa Carballido la ironía en esta obra? Explica el significado del título.
2: ¿Cómo caracteriza a la mujer de clase media?
3: ¿Qué comentarios de la señora revelan su actitud hacia el sexo femenino? ¿Hacia el dinero? ¿Hacia el hogar? ¿Hacia el niño?
4: en tu opinión, ¿revela una actitud misógina el autor e la obra “la perfecta casada”?
5: ¿Por qué se cree ella la perfecta casada?

6: ¿Por qué manipula la madre a su hijo? ¿En qué sentido lo usa como arma contra su marido? ¿Cómo sabemos que el niño sufre?

7: ¿Cuál es la función del fotógrafo en esta obra?

8: ¿sabemos desde el principio que la señora se encuentra en la oficina de la cárcel? ¿Cómo despierta el lector la curiosidad?

9: ¿Existe la perfecta casada en la sociedad mexicana? ¿Cuáles son sus características?

10: ¿Estás de acuerdo con Carballido que este tipo de mujer puede ser muy destructiva?

11: ¿Cómo crees que un hombre puede tener estas características? Explícalo

12: ¿Conoces a alguien como “la perfecta casada”? descríbela

13: ¿Conoces algún caso en el que los padres manipulen a sus hijos?

14: ¿Qué tipo de adulto será Jacinto?

15: ¿Qué pasara cuando Manuel salga de la cárcel? ¿Cómo terminara esta historia?

16: ¿Por qué a la señora le gusta que su foto esté en el periódico? ¿Hay morbosidad en el escándalo?



LOS DOS CATRINES

                                                                                                                   EMILIO CARBALLIDO

Personajes:

Catrín I.
Catrín II.
El padre.
La madre.
La hija.
Un policía.
Globero, Vendedores.
Gente que pasa.

En la alameda central, 1901.

Con una estampa, la alameda con su kiosco morisco (que luego fue llevado a la de santa maría). Paseantes y vendedores congelados. Después se animan, circulan, se oye la música de un organillo (“los patinadores”).

Se animan y se mueven. Pasea gente. Pasan globeros, vendedores.

Dos catrines platican:

I.- Esos son sus papás ¡Y ésa es ella ¡.

II.- ¿Aquella prietita bajita, muy gestuda?

I.- Aquella morena menuda, de ademanes exquisitos.

II.- Ah. (Gesto indefinido).

I.- Su padre ocupa un puesto importantísimo: Oficial de la mesa cuarta de la subsecretaria particular de secretario privado del señor ministro Limantour.

II.-Ah.

I.- ¿Ves que bien visten todos?.

II.- Veo que traen ropa muy nueva. A la muchacha se le olvidó quitar el precio de su chal.

I.- Es un echarpe.

Y esa etiqueta es francesa, ¿No te fijaste? De “Au bonheur de dames”.

II.- Ah.

I.- Ella en la cumbre, yo en el abismo. Ella un lirio, yo una espina. Ella una estrella, yo un gusano.

II.- Exageras un poco.

I.- Sus padres son muy estrictos, ¿Cómo acercarme a ella? Sólo he podido hablarle tres veces.

II.- ¿Y de qué? 

I.- Cosa poéticas  y  delicadas. La primera vez el baile vespertino del Casino Gallego: después de una polka, dijimos cosas de meteoros, de astros y de sensaciones universales.

II.-O sea: de que no llovía, había sol y sudaban.

I.-La segunda vez fue, en un palco del circo Orín. Le presté mi programa si tuve un éxtasis a rozar sus uñas. ¡Puro nácar.

II.- ¿Fue éxtasis o ñáñaras?

I.-La tercera, fue un saludo fugaz desde mi carretal. Contestó ella, como un hada, pero los padres guardaron un severo silencio.

II.-Han de ser patanes.

I.- ¿Qué dices?

II.-No contestar saludos, es patanería, no finura.

I.-Calla y respeta. ¡Y ayúdame! No puedo confiar en nadie más.

II.-No me gusta eso que quieres hacer. Y no me va a salir bien.

I.-Eres atrevido, eres ingenioso y despreocupado... ¿Qué más Te acercas a ellos: dices un audaz piropo al ángel de mis sueños...

II.- ¡Audaz piropo!

I.-Poco audaz. Ingenioso, y no muy galante. Que no vaya a impresionarla. Un piropo... Algo desabrido. Tú sabes... En fin...Sus padres se escandalizaran, les respondes con cinismo y llego yo, para expulsarte. Huyes.

II.- Eso de huir no es muy gallardo.

I.- ¿Qué más te da? O si quieres, ¡Puedes retarme a duelo! Si, y yo aceptar. Y herirte gravemente...

II.- ¡Oye!

I.-Serán recursos de...Fantasía, para en sus alas poder llegar a lo inalcanzable.

II.-Mmhh...

I.- ¿Aceptaras? ¿Me ayudaras?

II.-Van a llamar a los gendarmes.

I.- ¿Cómo podrían hacer tal vulgaridad? Y en cuanto muestren la menor seña de descontento, yo saldré...

II.-Mmh...

Salen. Entra la familia de que hablaban.

LA HIJA.- ¡Miren, charamuscas! ¡Y jícamas! ¡Mira, papá!

EL PAPA.-El señor ministro va a modernizar las oficinas: todo va a cambiar.

LA MAMA.-También la moda; se va a volver muy atrevida.

LA HIJA.- ¡Miren los globos! Yo quiero.

LA MAMA.-Ya no estás en edad. Mejor escucha lo que dice tu padre.

EL PAPA.-El señor ministro ha mandado comprar máquinas de escribir.

LA HIJA.-Mira, papá, venden alfajores...

LA MAMA.- ¡Maquinas de escribir ¿Cómo puede ser eso?

EL PAPA.-Muy sencillo: igual que el gramófono. Se le da cuerda a una manigeta y la máquina escribe con muy buena ortografía y con mejor letra que todos los secretarios.

LA MAMA.- ¿Y también habla esa máquina?

EL PAPA.-No; se comunica por escrito.

LA MAMA.-Aaaah.

LA HIJA.-Papá; y quiero un gramófono y una máquina de escribir.

EL PAPA.- (Harto) Cuando te cases, y ojalá sea pronto, tu marido podrá comprártelos y globos y alfajores. 

LA MAMA.- ¿Y esa máquina escribe todo lo que uno quiere?

EL PAPA.- Naturalmente: ¿A caso no lee el gramófono todo lo que se le pide?

LA HIJA.- ¡Papá yo quiero...!

EL PAPA.- Cállate estoy ilustrando a tu madre. (A la mamá) El progreso es la maravilla de los tiempos modernos.

LA MAMA.- Deberían hacer máquinas de cocinar.

EL PAPA.- Ya las hay: en Chicago hay unas enormes máquinas en las que metes vacas y cerdos por un lado y salen salchichas por el otro lado.

Vuelven los Catrines. El I, espera, espiando. El II va a la familia.

II.-Quiero mucho a las chamarras que ya ni alcanzan el suelo.

Siéndose usted mi pañuelo usted aunque le cuelguen las patas.

Le arroja el pañuelo al paso.

LA HIJA.-Jijijijijiii...

Pisa el pañuelo al pasar el lo recoge.

II-Una prietita bonita quiero echar a mi costal.

A usted lo quiero en mi sopa como granito de sal.

LA HHIJA.-Jijijijijiii...

LA MAMA.- honorino Tose) Ese joven le esta diciendo poesías a nuestra hija.

EL PAPA.- (Severo) Eso veo. Y me parece que nadie nos lo a presentado.

II.-Pues... (Saluda como soldado. Taconazo) ¡Presiento! Yo presente y presentes ustedes, que mas presentación quieres.

LA HIJA.-Jijijiii...

EL CATRIN I espera el momento de intervenir, y no ve que llegué. Duda sin cesar: 

EL PAPA.-Señor: Me han advertido que no debe uno fiarse de los lagartijos. Le ruego...

II.-Ni iguana, ni lagartijo, ni lobo, ni escolaprenda. Solo soy un estudiante con sus visos de poeta.

La familia ríe, más la hija.

EL PAPA.-Pues si es usted tan poeta y el aire los compone...

(Tose) no tire caso ahora ese versito.

LA MAMA.-Los poetas no ganan para vivir.

EL PAPA.-Pero los estudiantes se reciben. Y hay algunas carreras muy lucrativas. ¿Qué estudia usted? 

II.-Medicina.

LA MAMA.- ¡Como Acuña!

EL PAPA.-Y como Esculapio. Acuña no se recibió.

Esculapio sí. Espero que usted también.

II.-(Al globero) A ver: un globo para la señorita.

(Lo compra)

LA HIJA.- ¡Jijijiji! ¡Me compró un globo, mamá! 

¿Puedo aceptarlo?

LA MAMA.- Una señorita puede aceptar dulces, flores y globos si son entregados con urbanidad. Da las gracias.

LA HIJA.- Gracias, señor. Jijijiji...

EL PAPA.- Le agradecemos su fineza. Será mejor presentarnos: Honorino Lirón y Caña, para servirle. Doña Gumara Triste de Lirón, mi esposa. Hipsipila. Lirón Triste, nuestra hija.

II.-Y yo, Daniel Cebada para servirle. 

EL PAPA.-Cebada... ¿No será usted pariente de la familia Centeno? ¿O de don Pepe Avena?

El Catrín I se decide aunque nada parezca darle pie.

I.- ¡Este hombre esta faltándoles! ¡Lo sé! ¡No se atreva ¡ ¿Por qué se acerca este ángel inmaculado?

LA HIJA.- (Aterrada) ¡Mamá! ¡Papá! (Se abraza a catrín II)

I.- No lo niegue: Los está molestando. Yo lo comino a que se aleje. A un duelo. A pistola y sable. Eso es. Responda como un hombre cabal.

LA MAMA.- Honorino: éste es un loco.

EL PAPA.- Tal parece.

I.- Yo venero a esta familia: No estoy dispuesto a que perturbe usted su paz.

La hija no suelta al primero y le impide moverse. 

La señora chifla como arriero, el señor hace una seña: Un policía se lleva arrestado al catrín I.

I.-¿Y o por qué...? ¡Yo solo quería...! ¡Es este hombre el perturbador! (Se le echa en sima al II) ¡Este, éste! (El policía le pega con su garrote) Daniel, diles lo que pasó. ¡No señor, no me lleve, yo sólo quería...!

POLICIA.- Jálele.

Se lleva al I. El II le hace señas de “mi modo”.

LA HIJA.- (gimotea sin soltar al II) Estoy muy impresionada.

EL PAPA.-Ya me habían dicho que en México hay gente así.

LA MAMA.-Nosotros somos de Silao: gente sencilla y de buen trato. No nos andamos con chingaderas. 

EL PAPA.-Venga a cenar con nosotros.

LA MAMA.-Me gustará oírle otras delicadas poesías.

LA HIJA.-Jijijijiji... Mamá el señor me esta haciendo cosquillitas.

II.-Nada más consolándola, nada más. Para que se le pase el susto.
Salen